“Nada para las
personas con discapacidad sin las personas con discapacidad”.
Declaración
de Madrid, 2003.
Un problema que
nos atañe a las futuras profesoras es la exclusión educativa, que sigue
presente hoy en día en la sociedad. Aunque sabemos que es un método negativo,
porque da lugar a una educación para unos pocos, se encuentra muy normalizado
en la sociedad actual y eso es un gran fallo. La
exclusión es uno de los problemas más importantes en la integración social, da
lugar al establecimiento de jerarquías y a las desigualdades sociales (Arnáiz,
2003), no debemos hacer de la exclusión algo normal, si no conseguir cambiar la
forma de actuar para llegar a alcanzar la igualdad de trato y oportunidades.
Por todas estas razones estamos buscando un cambio que dé lugar a una mejor
inclusión para todas las personas, a pesar de sus diferencias, para realizar
tareas cotidianas y comunes en nuestra sociedad, como los hábitos de higiene, a este cambio le llamamos Inclusión.
Como hemos podido apreciar a
lo largo de la asignatura de “Educación Inclusiva: Principios y Fundamentos”,
la Inclusión es la actitud que pretende acabar con todas aquellas situaciones
desiguales que llevan a la exclusión social y educativa de determinados
alumnos. La educación inclusiva pretende defender una educación eficaz, donde
se satisfacen las necesidades de todos de forma equitativa, educando con éxito
a la diversidad del alumnado y suprimiendo las desigualdades e injusticias
sociales (Arnáiz, 2003). Sin embargo, la educación escolar no es la única vía
para acabar con la exclusión, pero es de vital importancia para conseguir
mejorar la situación.
La escuela es la responsable
de planificar la acción educativa más óptima para sus alumnos. Por ello,
deberían ser revisados varios elementos con el fin de proporcionar una correcta
respuesta a la diversidad en la escuela. Algunos de los elementos propuestos
por Blanco (1999), que se deberían revisar, son la reflexión y el debate de la
visión del desarrollo, del aprendizaje y de la diversidad. Los docentes deben asegurarse
de que el currículum que realicen sea equilibrado, diversificado y promueva una
educación abierta a la diversidad. Además, es de gran importancia aprovechar
los recursos de enseñanza y aprendizaje adaptados a todos los alumnos y que
promuevan contextos interactivos. También debemos resaltar la figura del
profesor, en primer lugar se requiere poseer una adecuada formación, que le
permita ser capaz de preparar a sus alumnos, de la forma más adecuada, para sus
respectivas inserciones en la sociedad. Cabe recordar que entre las habilidades
de los docentes debe encontrase el saber escuchar y mostrar empatía con su
alumnado, además de conocer las diferentes dificultades de aprendizaje y las
necesidades educativas que puedan presentar cada uno de ellos. Por otro lado,
la escuela inclusiva debe ser una comunidad escolar abierta y diversa, libre de
barreras, donde se promueva la igualdad y la colaboración entre los tutores,
los alumnos, la familia y el resto de docentes y trabajadores del centro
(Wilson, 1999). Con todo lo dicho anteriormente se pretende dar sentido y
orientación a las investigaciones y los conocimientos de los procesos de
cambio, de la eficacia y la mejora de la educación escolar.
La inclusión es un gran reto
que los docentes deberíamos tratar de conseguir para llegar a conseguir una
mayor calidad de la educación de nuestros alumnos. Gracias al apoyo de ciertos
recursos y proyectos que tenemos a nuestro alcance podemos llevar a cabo la
inclusión en el centro. Por ejemplo, nos encontramos el proyecto INCLUD-ED que es un centro especial de
investigación en teorías y prácticas superadoras de desigualdades CREA de la
Universidad de Barcelona, también podemos encontrar el proyecto INCLUES que permite desarrollar un
modelo de educación inclusiva y cognitiva; por otro lado tenemos el proyecto INTERPROJET, que es una guía para
aplicar la Educación intercultural en la escuela. Otros proyectos que podemos
apreciar son el CSIE, cuyo objetivo
es posicionar la inclusión educativa como un asunto de derechos humanos; el The
Enabling Education Netwok EENET, que es una red abierta para compartir
información sobre los temas de educación inclusiva, creada por Save the Children, y la Red internacional de investigadores y
participantes sobre integración educativa, cuyo objetivo es el de crear un
espacio de comunicación y documentación de las experiencias y prácticas de
educación especial e integración del alumnado con discapacidad en México.
También podemos apreciar otros muchos organismos tales como la UNESCO, la Red Iberoamericana Intergubernamental de cooperación técnica para la
Educación de Personas con necesidades educativas especiales RIINEE, la
federación de la Inclusión Internacional
y la Agencia europea de necesidades
educativas especiales. Como hemos visto hasta ahora, encontramos una gran
cantidad de recursos que nos pueden ayudar y formar con el fin de poder
conseguir una educación de gran calidad para todos, esto supondrá un enorme
esfuerzo y constancia, pero todo es posible si luchamos por conseguirlo todos juntos,
como unidad.
Por otro lado, también
encontramos materiales como el Index for inclusión, diseñado por
Mel Ainscow y Tony Booth (2000). Este material tiene como finalidad realizar un
enfoque inclusivo para la mejora de la enseñanza en los centros educativos,
fijando prioridades de cambio, implementando innovaciones y evaluando los
progresos. Conseguir una educación inclusiva implica reestructurar la cultura,
las políticas y las prácticas de los centros educativos, un objetivo difícil de
conseguir que se propone en este proceso. Otra de sus propuestas es alcanzar
una mayor participación del alumnado en la comunidad educativa, incluyendo el
currículum escolar. Para conseguir un perfeccionamiento en el proceso de
trabajo se desarrollan cinco etapas de trabajo colaborativo, empezando por
establecer un coordinador en el equipo de Plan de Mejora en la primera etapa; en
la segunda se realiza el análisis del
centro, donde se decide cuáles son las prioridades en las que se centrará dicha
mejora. En la tercera etapa se elabora un plan de mejora escolar con una
orientación inclusiva, introduciendo las prioridades en dicho plan; en la
siguiente etapa se trabaja la
implementación de los aspectos susceptibles de este cambio, donde se
ponen en práctica las prioridades, se intenta mantener el proceso y se registra
el progreso conseguido. Por último, la quinta etapa, donde se revisa el proceso
del INDEX, en ella se realiza la
memoria de dicho proceso y se observan los posibles avances a conseguir. Con todo
ello se pretende que la diversidad no se perciba como un problema a resolver,
sino como una riqueza para apoyar el aprendizaje de todos.
Un elemento a tener en cuenta
es que el currículum escolar, en un gran número de ocasiones, funciona como una
barrera para aquellos alumnos que se desmarcan de lo que está definido como
“normal”. El currículum se ha encargado y por desgracia aun se ocupa de
satisfacer las necesidades educativas más comunes entre los alumnos, esto quiere
decir, que aquellos alumnos que tengan unas necesidades más específicas no están incluidos dentro de
dichos currículums. Las soluciones que se proporcionan a estos niños son:
sacarles del aula ordinaria, realizar grupos dentro del aula o matricularlos en
escuelas especiales (Blanco, 1999). En resumidas palabras serán segregados.
Para Slee (1998), la Educación Especial ha ocultado el fracaso de los centros
educativos para ofrecer una educación adecuada para todos.
Por todo ello, la inclusión
propone un currículum para todos, donde se dé una respuesta adecuada a las
necesidades educativas de todo el grupo-clase. Dicho currículum propone un
aprendizaje cooperativo, donde los objetivos de aprendizaje sean flexibles y se
realicen actividades multinivel y adaptaciones múltiples. En este currículum
están incluidos los alumnos con ACNEAE, que son el sector del alumnado que
requiere una atención educativa diferente a la ordinaria. Estos presentan
dificultades específicas de aprendizaje y altas capacidades intelectuales. Es importante saber, que nos podemos encontrar
con varios tipos de ACNEAE, alguno de ellos son los Alumnos con Necesidades
Educativas Especiales (ACNEE), los Alumnos con Altas Capacidades Intelectuales
(AACIn), los Alumnos con Dificultades Específicas de Aprendizaje (ADEA), el Alumnado
de Integración Tardía al Sistema Educativo Español (AITSEE) y el Alumnado con
Condiciones Personales o de Historia Escolar (ACPHE) (Moreno, 2011). Ahora
bien, este currículum no solo va dirigido a incluir a aquellos alumnos que
muestran dificultades destacables en el aprendizaje, sino también a los que
presentan diferencias, ya sean en niveles madurativos, niveles culturales, etc.
Para concluir,
me gustaría destacar que las escuelas deben acoger y educar a todos los niños,
independientemente de sus capacidades y cualidades, y no solamente a aquellos que se consideran como “educables”. A
pesar de que muchas veces encontramos barreras como las políticas educativas y
la propia sociedad, que no favorecen en muchas ocasiones una educación de
calidad para el alumnado. La educación debe ser un derecho para todo tipo de
alumnos, con esto incluimos a aquellos con algún tipo de necesidad especial que
hasta ahora no han sido incluidos en el currículum. La escuela inclusiva lucha
por una educación de calidad, permitiendo dar las respuestas educativas
necesarias acorde a las necesidades de su alumnado, además se preocupa de todos
y cada uno de ellos y de su adecuada integración.
Un dato de gran relevancia
que he adquirido durante mis días en las prácticas y que en muchas ocasiones
ignoramos, es que cada niño es un mundo y no solo aprenden ellos de nosotros,
sino que ellos también se enriquecen entre ellos mismos, conviviendo con otros
niños con diferentes capacidades. Además, también nos enseñan a los docentes.
En mi caso, como alumna en prácticas, en cada experiencia que he tenido con
niños he podido aprender gran cantidad de cosas nuevas, tales como haber podido
trabajar con un niño con Síndrome de Down, con niños precedentes de diferentes culturas
o con niños que presentan llamadas de atención. Es muy importante que empecemos
a adquirir la tolerancia, el respeto y la empatía desde que somos pequeños,
porque los niños son la base de la sociedad, y si queremos promover una
sociedad inclusiva, donde todos seamos iguales, debemos desarrollarla desde la
Educación Infantil.
“Amad la
infancia, favoreced sus juegos, sus placeres, su amable instinto… La infancia
tiene maneras de ver, de pensar, de sentir que le son propias… Respetad la
infancia… La naturaleza quiere que los niños sean niños… Poned a su alcance las
cuestiones y dejádselas resolver… Dejad obrar a la naturaleza… ¿No es el
espectáculo de esa edad, un espectáculo encantador y dulce…?”.
Rousseau, 1990.
Elena Belmonte de la Cruz
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