Elena Belmonte de la Cruz
Gracias a la película “Whiplash”, dirigida por Damien Chazelle en 2014, podemos comprobar
como hoy en día sigue funcionando la enseñanza tradicional. Este tipo de
enseñanza se centra en la figura del profesor, quien dirige a un grupo de
estudiantes bajo sus órdenes y sus propios intereses, dejando de lado los
intereses o las necesidades individuales de cada alumno. En la película se
narra la historia de Andrew Neiman, interpretado por Miles Teller, alumno de Shaffer,
la mejor escuela de música de Estados Unidos.
El método de aprendizaje que usa el maestro Terence
Fletcher, interpretado por Jonathan Kimble Simmons, se basa en el uso de
castigos negativos. Según el Condicionamiento
Instrumental, una de las teorías del
aprendizaje de Skinner, ante las conductas que el profesor considera
indeseables retira algo bueno, por ejemplo cuando el titular de un instrumento
no cumple los requisitos que pide el profesor, se le degrada de puesto.
También, podemos apreciar el castigo cuando el profesor agrede físicamente a
sus alumnos o lo ridiculiza ante el resto del alumnado, al no cumplir estos con
sus expectativas. Por último, observamos el refuerzo positivo cuando un alumno
lleva a cabo lo que el profesor exige, por ejemplo, otorgándoles un puesto
superior al que poseían, lo que da lugar a una competencia entre los alumnos. La
competencia que se genera impide que exista un aprendizaje grupal, tanto
colaborativo como cooperativo, ya que ayudar a otro a mejorar perjudica la
carrera de uno mismo. Con todo esto llegamos a la conclusión de que el aprendizaje es individual, dejando de
lado la empatía y las habilidades sociales. Además, se fomenta la exclusión,
que es uno de los problemas más importantes en la integración social, ya que da
lugar al establecimiento de jerarquías y a las desigualdades sociales (Arnáiz,
2003).
La forma de enseñanza que utiliza el maestro me
recuerda a la educación de la escuela Prusiana, que se nombra en la película de
Germán Doin “La Educación Prohibida”,
de 2012. Esta escuela, nace a finales del siglo XVIII y principios del siglo
XIX en Prusia, buscaba crear un pueblo dócil y obediente. Todavía quedan
secuelas de ese tipo de enseñanza, ya que el profesor sigue siendo el que
dirige bajo sus criterios y los alumnos son simples súbditos de este, los
cuales deben obedecerle. Lo podemos apreciar en el siguiente vídeo, donde se
castiga la creatividad y el ir en contra de la enseñanza tradicional.
También podemos apreciar la crítica a la rígida educación británica en la
película “Pink Floyd- The Wall” del año 1982, dirigida por Alan Parker.
Os dejo a continuación una muestra de la película:
Como bien se muestra en la comparación que se
realiza en la película “La Educación
Prohibida” entre el Mito de la
Caverna, de Platón, y la escuela actual, el maestro entrega al alumno sus
conocimientos, su realidad, sin dejar a este último salir y explorar, con el
objetivo de que el alumno encuentre su propia realidad, es decir que el alumno
haga el conocimiento suyo. Esto es lo que ocurre en la película “Whiplash”, donde lo podemos observar en
acciones como la elección de las partituras, no son los alumnos los que las
eligen según sus intereses, sino el profesor quien decide siempre por ellos, sin
tener en cuenta las necesidades del alumnado. Podemos apreciar la falta de
interés del profesor hacia sus alumnos y la escasa o nula motivación que recibe
a cambio por parte del alumnado.
Con relación a lo anterior, he recordado un capítulo
del libro de Didáctica de la lengua en la
educación infantil, concretamente el capítulo seis escrito por Montserrat
Fons titulado Aprender a leer y a
escribir. Gracias a esta lectura comprendí que es de vital importancia motivar
al alumnado para despertar su interés y que ellos mismos aprendan. En este
capítulo se centra en el Aprendizaje Constructivista, cuyo objetivo principal
es mirar por el alumnado. Además, según la concepción constructivista aprender
es hacer del conocimiento algo nuestro, es decir, conocerlo, comprenderlo y
darle forma propia. Otro punto clave que defiende este aprendizaje y con el que
estoy de acuerdo es sobre cómo debe ser la función del profesor. Su papel es
fundamental, pero no como mero transmisor de los contenidos, si no como
mediador, facilitador de temas de interés del alumnado y, además, es el
encargado de establecer condiciones apropiadas para que se establezca un
aprendizaje adecuado. Aquí es donde aparece la teoría sociocultural de
Vigotsky, esta indica que para que el profesor cree estas condiciones, zonas de desarrollo próximo, es necesario
que conozca los conocimientos con los que parten cada alumno, es decir, conocer
su zona de desarrollo real, de esta
forma podrá ser capaz de establecer las condiciones necesarias y apropiadas
para que el individuo llegue a adquirir nuevos conocimientos y progrese hacia
la zona de desarrollo óptimo. Esta
teoría es contraria a la metodología que realiza Terence Fletcher en su aula, ya
que mira más por las necesidades del alumnado. Conocer el desarrollo y las
capacidades del individuo evita la creación de situaciones extremas que pueden
provocar en el alumno ansiedad o depresión, sin embargo en la película “Whiplash”, se viven estas situaciones y
a consecuencia de ellas uno de sus antiguos alumnos llega a suicidarse.
Como ya he mencionado, no estoy de acuerdo con el
método de enseñanza usado por Terence Fletcher, ya que es un método repetitivo,
poco motivador y que no mira por sus alumnos. Él justifica su método en el
minuto 79 de la película de la siguiente forma: “lo cierto es que sinceramente, no creo que la gente entendiera lo que
hacía en Shaffer. No estaba allí para dirigir, cualquier idiota sabe mover los
brazos y marcar el tempo, quería que mis alumnos se esforzaran más allá de las expectativas.
Creo que es absolutamente necesario, si no estaríamos privando al mundo del
próximo Louis Amstrong, del próximo Charlie Parker”. Es cierto, que sin
exigencia es difícil conseguir nuestros sueños, pero también es cierto que sin
algo que te mueva, que te motive positivamente a seguir se pierde el interés, solo
con castigos es difícil superarnos con entusiasmo. Decir al alumno que lo ha
hecho mal es positivo para él, porque aprende de sus errores, pero felicitarle
cuando ha realizado bien la tarea es un premio que le motiva a seguir
haciéndolo así de bien.
Para el protagonista de la película y alumno de
Fletcher, Andrew Neiman, su talento y su perseverancia son el motor que le
mueve a seguir soportando la actitud de su maestro y luchando por ser el mejor
entre los mejores. Desde mi punto de vista, el alumno presenta ciertas
características del síndrome de Asperger. Principalmente Neiman presenta un
aislamiento social bastante importante, no tiene amigos de su edad y no tiene
interés por relacionarse con los demás, “A
mí no me importa mucho” dice sobre esto el protagonista. Con el único que
mantiene una buena relación es con su padre, luego mantiene una relación con
una chica de su edad, pero no termina bien. Además, no es capaz de ponerse en
el lugar de los demás, ejemplo de ello es la escena en la que rompe con su
novia, donde obvia los sentimientos de esta y solo piensa en sus prioridades.
Tampoco es capaz de captar la ironía, como ocurre en la escena en que el
protagonista invita a salir a una chica, esta usa la ironía de forma divertida,
pero lo que consigue es dificultar la conversación. Un dato interesante es que
le cuesta mantener el contacto visual con los demás. Por otro lado, tiene una
limitada gama de intereses, ya que solo se centra en la batería y en la música,
donde es un gran experto. Un ejemplo de esto último lo encontramos en la
primera cita que tiene en la pizzería, donde no solo reconoce la canción que
está sonando, sino el año en que se estrena y el nombre del batería. El alumno
a pesar de ello lucha por lo que quiere, por ser el mejor y prefiere dejar de
lado todo aquello que dificulta esto, como la relación con su novia.
Finalmente, gracias a su perseverancia consigue al final superar las barreras
que el profesor Fletcher crea.
La situación familiar del protagonista no es la
deseada, únicamente tiene buena relación con su padre, pues su madre se marchó
cuando él aún era un bebé. Su padre, maestro de instituto, ve que su hijo
presenta características poco habituales en chicos de su edad, como no mirar a
los ojos o no tener amigos. Pero a pesar de ello le apoya y lucha por él. Sin
embargo, no suelen hablar de los problemas que tiene Neiman, el padre al
principio no le da importancia, pero al final de la película, cuando ve que la
situación con el profesor Fletcher no es buena y este llega al punto de hacer
sufrir a su hijo, decide actuar y apoyarle.
Como futura maestra mi método de aprendizaje, al
contrario que el de la película, se basará en crear situaciones donde el niño
este cómodo y predispuesto a aprender. Además, usaré dinámicas, en el caso de
la película hubiera usado La pelota o
La maleta cuando Neiman entra nuevo
en la clase de Fletcher, de esta forma él rápidamente se presentaría y conocería
algo más a sus compañeros, creando un clima más cálido. La motivación es un
vehículo muy importante a lo largo de nuestras vidas, lo que nos mueve a la
indagación y a la experimentación es esta. Es cierto, que muchos de los métodos
usados hoy en día para aprender son por repetición hasta conseguir el resultado
correcto según el criterio del profesor, como ocurre en “Whiplash”. Con un método de enseñanza tan rígido un número escaso
de alumnos alcanzará el nivel deseado. Por suerte, en la actualidad parece que
estos métodos, al menos en Infantil, van disminuyendo y se centran más en
satisfacer las necesidades del niño, independientemente de las necesidades del
adulto.
“La
principal esperanza de una nación descansa en la adecuada
educación
de su infancia.”
Erasmo de Rótterdam
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