lunes, 9 de enero de 2017

Una pelicula para reflexionar

Una vez vista la película de “Whiplash”, he de decir que no estoy a favor de la forma en la que enseña el profesor de música Fletcher, ya que su metodología de enseñanza consiste en ser muy estricto y crear un respeto hacia él a través del miedo y superioridad. A esto se le suma un aprendizaje basado en la presión por la búsqueda de ser el mejor batería de la banda y poder ser el titular de la orquesta. Esta manera de enseñar, será la que va a llevar a que el protagonista, Andrew, se exija demasiado, hasta el extremo de hacerse daño a sí mismo para ser capaz de controlar su cuerpo como él quiera.

En cuanto Andrew entra en la banda de Fletcher, en vez de catalogarle con la etiqueta de “notavo”, empezar a practicar y limitarse solo a mirar, utilizaría la dinámica de la pelota, de esta forma Andrew podrá conocer a sus nuevos compañeros de banda, ellos a él, y se creará un buen clima de confianza que permitirá a la persona que se acaba de incorporar estar cómoda y sentirse un poco integrada en el grupo.

Antes de que le tocase al protagonista tocar la batería, me pareció muy bien la intervención del profesor para crear un clima de confianza con él, pero en cuanto Fletcher ve que no hace las cosas como él quiere, le arrolla gritándole, desprestigiándole, humillándole y pegándole delante de los demás. En vez de hacer eso, si fuese yo el profesor, sería más paciente, y si no le sale en ese momento, después de repetirlo varias veces, no pasa nada, si hace falta se queda un día, o varios, a solas con él para practicar, o le daría unas pautas para que trabaje en casa, o incluso que le enseñe el otro batería, ya que el aprendizaje entre iguales muchas veces funciona mejor que la explicación del profesor.

A partir de este momento, nuestro protagonista, a raíz de lo ocurrido, comienza a obsesionarse con ser capaz de controlar su cuerpo y aumentar su velocidad tocando la batería. Su esfuerzo le dio la oportunidad de tocar y hacerlo bien en un concierto, debido a un percance que hubo con unas partituras, convirtiéndose en el batería principal.

Al poco tiempo, el profesor trajo a un antiguo compañero de Andrew de su antigua banda, este se molesta y tuvo que ganar el “puesto” ante él y su otro compañero de batería mediante una prueba de competición del profesor, para ver quién era el primero que tocaba al ritmo que él exigía. Esto llevó a que el protagonista se obsesionase aún más con ser el mejor, llegando incluso a hacerse daño en las manos, llegar tarde al siguiente concierto por no descansar, tener un accidente, ir con aires de grandeza por haber ganado, casi desmallarse en un concierto debido al accidente e intentar pegar a su profesor por todo lo que le ha hecho pasar. Según David y Roger Johnson se ha generado dentro del grupo de baterías una interdependencia negativa.

Durante la película podemos apreciar que no existe ningún aprendizaje cooperativo, ya que todo se centra en la competición. Este tipo de competición no es buena, genera mucha rivalidad dentro de un grupo, se llegan a sentir disgustados y a llevarse mal al perder, cuando lo que realmente importa es aprender unos de otros, ver qué le ha hecho ganar a uno, qué ha hecho perder a otro y mejorar o ayudarse entre todos para mejorar, ya que si uno falla o uno tiene un mal día, otro le puede sustituir. De esta manera se crea una interdependencia positiva. Hay que fomentar la inclusión dentro de la propia banda, no la exclusión (los mejores dentro, los peores fuera).

En mi opinión, si fuese el profesor de música, aprovecharía este momento para a hacer un grupo de trabajo cooperativo con los tres baterías, y que cada uno tenga un rol animador, secretario y supervisor, y rotarlo de manera periódica, como comenta Gerardo Echeita en el texto “Aprendizaje cooperativo al servicio de una educación de calidad”.

Para que se conozcan mejor se realizará la dinámica de la maleta, creando un clima de confianza para fomentar la interacción social entre todos, que es el principal mecanismo para el desarrollo (Vygotsky).

Una vez hecho eso, se introduciría la técnica de “tutoría entre iguales”, por la cual los alumnos deberán tutorizarse entre ellos, es decir, que cada uno sea tutor de uno, no habrá dos tutores para uno, y descubrir las virtudes y debilidades de los compañeros para hacer y recibir feedback, entre todos. De esta manera, el que destaca en una cosa sobre los demás puede enseñarles a llegar a su nivel y en lo que está más flojo le pueden ayudar, ya que el aprendizaje entre iguales, como he dicho anteriormente, es muchas veces mejor que la propia explicación del profesor. A partir del diario que se creará de grupo, se podrán apreciar los progresos que se hagan en él.

Hay que añadir que el comportamiento de Andrew con respecto a ser el mejor batería viene influido también por su contexto familiar, en el cual infravaloran su trabajo y no recibe apoyo alguno, ya que no le ven futuro, aunque esté en un grupo importante de jazz de la zona. Pero si premian a sus primos y les alagan, por lo que el protagonista quiere demostrarles que ser batería de un grupo de jazz es lo mejor que hay, tanto que se cree superior a sus primos.

Al enterarse su padre de lo que le estaba pasando dentro de la banda, pide ayuda a una mujer que conoce un caso parecido, y para solucionar este problema con Fletcher la solución que se propone es demandarlo, a la cual acaba cediendo nuestro protagonista. Además de renunciar a todo su sueño de ser el mejor batería, ya que su obsesión era demasiado para él. Se había generado una relación amor-odio entre el profesor y el alumno, ya que este último quería ser el mejor, pero necesitaba una buena valoración del primero para poder llegar a serlo a pesar de lo duro que era con él.

Es cierto que el protagonista evoluciona de manera bastante rápida en su manejo de la batería, pero también su mente pasa de querer ser el mejor a querer ser superior a todos y convertirse en una legenda, lo que le llevó a la obsesión, a exigirse demasiado y buscar constantemente la aprobación de su profesor.


Para terminar, he de comentar que el protagonista, seguramente no tenga ninguna necesidad educativa especial, lo único que le pasa es que no tiene una zona de desarrollo próximo que le ayude a mejorar, a sentirse bien consigo mismo, que le apoye, que le enseñe y en la que se sienta incluido dentro de ella, ya que su propia familia le excluye de ella por querer ser músico, una profesión poco valorada, y no tiene amigos en los que apoyarse.
Ruth Escribano Martínez

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